lunes, 16 de noviembre de 2009

SUR PLUS: TERRORIZED INTO BEING CONSUMERS


Es un documental Suizo del 2003 sobre el consumismo y la globalización, creada por el Director Erik Gandini y el editor Johan Söderberg. Mira las discusiones para el capitalismo y la tecnología, tal como mayor eficacia, más tiempo y menos trabajo, y sostiene que éstos no se están cumpliendo.









LIDER DE OPINION

El mundo se sumió en el caos gracias a la codicia y al egoísmo natural del humano, esa esencia que a menudo solemos llamar: naturaleza humana. Gracias a ella, el mundo ha logrado grandes progreso, a costa de un precio muy alto, la dignidad humana y la fuerza vital del planeta que vivimos.

Desde el momento que el hombre fue capaz de dar fe de su raciocinio se inicio la guerra por ver quién era más poderoso y omnipotente, una guerra que no ha culminado, y que solamente finalizara, cuando la especie se extinga.

La contaminación se dio con la revolución industrial, un deterioro que poco a poco fue mejorando la calidad de vida del hombre, pero agotaba su supervivencia a futuro, parte del problema no es únicamente que el planeta muere cada día por el egoísmo del hombre, sino que este solo dedica su tiempo a preservar su vida sin entender que es solamente parte de un sistema mayor, dependiente entre sí mismo. Si el hombre continúa con ese estilo de vida egoísta, y consciente del peligro que corre con esa indiferencia, no solo estará acabando con el planeta, sino con lo que más ha intentado preservar durante toda su historia: el mismo.

Con el evolucionar del hombre, se innovaron nuevas ideas, que permitieron generar consumismo y generar dominación entre la misma especie, lo que en un principio era una idea general de proteger una especie, paso a ser una idea individual producida con el fin de proteger intereses personales. Se paso a un segundo plano lo espiritual y lo emocional, y el eje central de nuestras vida paso a ser materialismo y superficialísimo, banalidades terrenales que solo enriquecen corazones cada más fríos y déspotas.

Perdimos de vista lo que nos motivaba a seguir adelante cada día, fuimos distorsionando los regalos que nos ofrecía la vida, y poco a poco los reemplazamos por objetos inanimados carentes de vida, pero que encendía una llama turbia y desaliñada en nuestro ser, el odio se convirtió en el nuevo amor, pasamos de adorar a ese ser que nos dio la vida, por ese ser que nos corrompe con sus destellos de neón y sus sonidos guturales. Qué triste es ver como todo aquello que luchamos por obtener ahora, nos destruye y nos consume en vida, pudriendo cada vez más, esa esencia que le dio al hombre, potestad sobre el planeta.

Sin embargo, quizás y solo quizás, llegue el día en que así como la torre de Babel, la gloria alcance su cima, solo para derrumbarse e iniciar un nuevo ciclo, un nuevo ciclo que quizá elabore un nuevo sendero libre de materialismo y de las superficialidades banales a las que veníamos acostumbrados.

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